Y triunfó la música

     Y la música triunfó y se unieron nuestras voces para rezar cantando, para llevar con orgullo la fe de un pueblo, esa fe que nos envuelve y nos atrapa, un fervor que llevamos por bandera y que cuando se escuchan las guitarras fluye en el viento desprendiendo su aroma.

    Una nueva vivencia, y una misma forma de vivirla, entre amigos, como una familia que sigue sumando momentos juntos. Desde el día en que nos inscribimos en este concurso hemos disfrutado, ensayando y preparando cada detalle, cada palma a compás para estar a la altura, llevar el nombre de Nuestra Reina es siempre un orgullo y a la vez una responsabilidad inmensa.

     Quisimos que esa Virgen Morena, Madre de los ruteños viajara con nosotros y poder mostrar así el porqué de cada letra, de cada sentimiento, un cuadro de la Santísima Virgen de la Cabeza compartió escenario con este humilde coro, con Ella al lado se acabaron nuestros nervios y dimos comienzo a nuestra actuación, abriendo el II Concurso Nacional de Coros flamencos, rocieros y romeros de Montoro.

    

     Nos venimos con la satisfacción del trabajo bien hecho, de haber dado todo cuanto este coro siente hacia su Virgen de la Cabeza. GRACIAS a todos los que con sus mensajes nos mostraron su apoyo, GRACIAS a los que quisieron acompañarnos y animarnos en esta nueva experiencia, y GRACIAS a Juanfra, que con su música adorno sin descanso las voces de este coro.

    Desde aquí queremos dar la enhorabuena a los ganadores, Coro Aires de la Loma y dar las gracias a todos y cada uno de los coros que nos dimos cita en la plaza de toros de Montoro, fue un placer compartir escenario con todos ellos, Coro Rociero Jesús del Perdón de Tomelloso (Ciudad Real), Coro Rociero Aires de la Loma de Úbeda (Jaén), Coro Rociero Aire del Camino de Huelva, Coro Rociero de La Campana (Sevilla), Coro Romero Desde Adentro de Mengibar (Jaén), Coro Rociero Nuestra Señora de la Salud de Carratraca (Málaga), Coro Rociero de la Humildad de Montoro (Córdoba), así como con el Coro de la Virgen de la Cabeza de Montoro, coro invitado y que sirvió de antesala al Concurso. Todos, llegados de lugares distantes demostramos que los coros somos una parte viva de la música, y es que cuando una guitarra suena y se escuchan las palmas, nuestro corazón habla a compás.